¡¡Por fin!!, había logrado cuadrar mis
asuntos personales y quehaceres para acudir a la cita dominical de salto; esta
vez previsto hacerla en el barranco del lajio que termina en la turísticamente
conocida como “Margarita de Piedra”.
Solo he faltado a tres citas de salto pero
el asombro de algunos de los y las compañeras me hace sentir como si hiciese un
año que no me ven. No sé por qué será esa extrañeza, quizá por las chorradas
que a veces dejo caer.
Después de cargar las lanzas y demás útiles
en los vehículos pusimos rumbo al parque conocido como “Ramón” Caminero” tal
nombre obedece a un homenaje realizado a este señor por su abnegada labor como capataz caminero que solía encargarse del adecentamiento de las carreteras sus parajes aledaños, entre ellos estos
parques recreativos.
Desde este parque salimos siguiendo una pista
forestal hasta los altos de dicho Barranco.
En esta ocasión contábamos con la presencia de los “Poderes Facticos” del grupo,
que tan caro cuesta verlos por el salto en este curso. También del amigo
Cecilio y sus Lobas. Creo que es la primera vez que acuden y ya se sabe, cuando
están ellos presentes hay que “pagar un
tributo” en forma de choleo cuesta arriba que nos dejo con la lengua fuera,
hasta las proximidades de la carretera que conduce al portillo, por la zona de
Izaña.
Una
vez arriba, los que conocemos la ruta porque la hemos hecho varias veces,
salimos barranco abajo al golpito, pero no todos los golpitos son iguales ni
todas las personas se desenvuelven en estos menesteres a la misma velocidad, es
por lo que el grupo se subdividió en dos y a veces en tres grupos, quedando
rezagadas algunas “Baifas Nuevas” con dos “Machos Alfa”. Barranco abajo el
grupo de cabeza, decidió parar, avituallarse y esperar por los rezagados,
momento en el que empezó primero un airecito fresco, luego un chirimiri, luego
una posma, un mojabobos y más tarde una
sorimba que ya molestaba, pues de todos es sabido que lanza mojada no sirve
para nada.
Sabiamente se decidió por abandonar la ruta
y coger de nuevo pista abajo hasta los
vehículos pues es sumamente peligroso avanzar por lugares escarpados con
la herramienta inutilizada por la lluvia.
Esa lluvia horizontal que convierte
nuestras islas en un paraíso (sin ella seríamos un desierto), ayer nos hizo “la puñeta” – con
perdón. Empapados de agua nos dirigimos
de vuelta al colectivo para secar y limpiar las lanzas.
Desde allí algunos/as volvieron a
sus quehaceres domésticos y otros, los más fogaleros con ganas de jarana, nos
decidimos por practicar el “Guachinching” rumbo a los Gómez, rematamos la
tarde, dando buena cuenta de algunas viandas y algún zumito de uva negra que
nos supo a gloria, hasta se nos quitó el frío de la lluvia recibida en las
“Paletas”.
Hasta la próxima, que espero no se
demore mucho, para evitar los comentarios echándome en cara la larga ausencia.
Pedro
Rodríguez Abreu. (El pika para los amigos)
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