Hacia un día perfecto, podríamos decir
que dentro del calendario no pertenecía a un mes de Enero, sino a una tarde de
esas del mes de Septiembre.
En cuanto llegue al colectivo tuve
aquella sensación de que iba a ser una buena tarde, reencuentro con Juan, que
fue mi monitor cuando hice el curso de salto junto Toñito y con Javi compañero
en aquel entonces, ya convertido en todo
un profe, junto a nuevos compañeros.
Comenzamos a sacar las lanzas,
emprendimos rumbo a La Matanza ,
nuestra ruta era el Camino de las Breñas.
Lanza al hombro comenzamos a bajar, este
camino que ya había hecho en otras ocasiones, pero gracias a la naturaleza que
es muy cambiante siempre nos ofrece imágenes diferentes de un mismo sendero.
Una vez en el risco cuando comienzo a
hacer mi primer salto (se apodera de mi el miedito, que no es otro que el de no haber saltado después
de mucho tiempo). Pero poco a poco y con Javi a mi lado fui cogiendo confianza
y es entonces cuando comencé a disfrutar y a recordar sensaciones.
Llegamos a la zona de la costa donde
estuvimos practicando saltos de lado a lado, saltos a pies juntos entre otros, acompañados
de un atardecer increíble.
Una vez recogidas las lanzas, ya en los coches vamos camino del Rincón y como no, Cervecita y tapita de ensaladilla en el Bar San Diego para terminar la ruta con buena compañía y animada conversación.
Doy las gracias por poder compartir esta ruta con mis compañeros de camino: Tomás, (junto a su perro que también vino con nosotros), Mirko, Iván, Carsten, Marcos, Juan y Javi, me quedo con ganas de poder seguir disfrutando de muchas mas rutas.
Nos vemos en el Risco, hasta muy prontito.
Yolanda