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lunes, 26 de marzo de 2018

Chamorga

Llegamos a Chamorga alrededor de las 11 de la mañana, con la luz de un día espectacular. Cogemos nuestras lanzas y comenzamos a andar a través de un sendero que asciende a través de la laurisilva, por el barranco de Roque Bermejo. Una vez arriba podemos contemplar las magníficas vistas de los Roques de Anaga y del hermoso paisaje.

 

Continuamos nuestro camino hasta el punto donde comienza el descenso. Ahí realizamos una pequeña parada para reagruparnos y comenzar con lo que hemos venido a hacer; brincar.




Haciendo uso de la lanza vamos bajando por el risco, bastoneando por obstáculos que si bien no son demasiado complicados algunas veces se encuentran en lugares donde un error podría tener graves consecuencias. Esto hace que los nervios y la adrenalina comiencen a aparecer, algo que todos vamos buscando, aunque nuestros instructores (Alex, Enrique y Toño) parezcan totalmente inmunes a la aparente dificultad de la ruta.


   



Al final del descenso nos reunimos junto a unas antiguas casas abandonadas al lado del camino de Chamorga. Allí descansamos un rato y aprovechamos para comer algo y hablar sobre como nos ha ido a cada uno durante la bajada antes de comenzar el camino de regreso, el cual nos habían avisado de que sería un poco duro después de tantas horas caminando y brincando, pero el hermoso paisaje y la promesa de una cerveza fría al final es más que suficiente para ponernos en marcha.


Simón M Negrín Martín

miércoles, 21 de marzo de 2018

El control del rabo de gato en Teno…… más fácil con la colaboración del Tagoror Chiregua.

Ya son más de seis años revisando este maravilloso recorrido, el camino del Canal del Agujero. Al principio parecía algo inabarcable, un trabajo infinito con dudosa recompensa. Ahora el esfuerzo necesario para tenerlo controlado de la invasión del rabo de gato es escaso, casi como un paseo que realizamos cada cuatro meses para empaparnos de la magia de estos riscos.


 Los verdaderos culpables de este resultado son todas aquellas personas que han participado como voluntarias. Entre ellas se encuentra siempre, en cada revisión, alguien del Targoror Chiregua. Sus integrantes aúnan su afición por el salto del pastor, con la curiosidad por conocer nuevos rincones de la orografía de Canarias y la inquietud e ilusión por contribuir en la conservación de nuestro medio natural.



De esta forma, tal y como se movía los primeros habitantes de estas tierras, se desplazan con sus lanzas por la escarpada orografía, llegando a lugares donde sólo ellas y ellos pueden acceder, escudriñando cada rincón buscando las nuevas plántulas de rabogato y arrancándolas. 



Así, una técnica ancestral para desplazarse por los ricos –el salto del pastor- y una nueva forma de pensar y actuar -el control de las especies exóticas invasoras- encuentran una simbiosis perfecta. 


Desde Abeque sólo podemos mostrar nuestra enorme admiración y respeto tanto por su entrega para conservar nuestras tradiciones como por la inestimable colaboración en el control del rabo de gato en el macizo de Teno.
  



Todo un lujo compartir camino, trabajo, sudor, risas e ilusiones con el Tagoror Chiregua. 
Gracias!

JC Rando