Qué bonitos los riscos de Teno, de verdad que pasa el tiempo y me
sigue sobrecogiendo mirarlos, me hacen sentir pequeño frente al mundo y me
recuerdan que aquí estoy de paso, gracias. Con estas palabras escribía una
entrada en blog sobre esta misma ruta en el año 2012. La entrada se llama Lomo
Regalado, es el topónimo que tiene un tramo de la ruta que hicimos. Aquel día
el grupo era otro, gente querida, el risco el mismo…
La ruta se inicia en el
barranco del Bujamé, encontramos buen paso en esta ocasión gracias a Alex.
Pasamos bajo la tajea de Tea, hay sigue casi tan sólida como el risco.
Dejamos
la galería en el margen derecho del barranco y nos acercamos al Paso Rompido, recordé
mi último encuentro con Pedro el cabrero y sus cabras cuando escuché los
primeros cencerros, en esta ocasión estaban solas, conocen el camino como nos
contó y conté aquel día. Me hubiera gustado verlo, pero los baifos no estaban
andenados para destetarlos como en la otra ocasión.
Pasito cumbre hasta poder cruzar hacia la Veta de las Cintas ,
desde ella se puede ver Teno Alto, al frente impresionantes riscos (El
Campanario, el Paso Lechón, etc) y nuestros recuerdos, mucho afecto, mucha
pasión por lo que hacemos, muchas experiencias compartidas entre brinco y
brinco.
Pasamos la Veta, también agachados, sin dificultad hasta la Tagora,
donde empieza el descenso y nuestro disfrute de la lanza imprescindible en un
descenso que pone a prueba, bastoneos precisos, saltos a pies juntos
dificultados por el viento y nuestra mirada nunca perdida, buscando el paso!!!!
Paso a paso.
JUAN