( apañando por los riscos del
acantilado de Teno),
sabado 2 de mayo
Tras un rato de marcha, llegamos a lo que antaño debió ser un pequeño oasis
para la palabra, en este mundo solitario, ahora abandonado en el tiempo. Unica
concesin humana en una larga jornada de
caminar
Por fortuna hay muchas
personas no cegadas por acumular, por aparentar; gentes, en este caso, que siguiendo
una pulsión ancestral, son capaces de caminar horas por terrenos agrestes, salvajes (la
lanza como herramienta),conociendo y reconociendo cada planta, cada paso en la
roca, para apañar unas cuantas cabezas
de ganado, manteniendo viva una tradición que nos identifica con la tierra…
y hay quienes pensarán “con lo fácil
y barato que es ir al super y comprar la
carne..”…déjenles que sigan apiñados…
No hay comentarios:
Publicar un comentario