Un abrazo grande para todos y una polkita
Risco pa'cá
Risco pa'llá
Yo vengo a verte
y tú, brincaste ya!!!!
NUSI
Este es el blog de l@s alumn@s de la Escuela de Salto del Pastor del Tagoror Chiregua.
La ruta de este sábado pasado fue a Rojas (costa del Sauzal), la bajada "por la laja a la palmera". Es probablemente la ruta que más he brincado y una de mis favoritas, por las vistas de la costa, del Teide, por la posibilidad de incorporar un bañito al llegar abajo y por los atardeceres.. Éramos un buen grupito y eso nos permitió dividirnos y plantear dos posibles bajadas. Ambas muy próximas, pero con grados de dificultad diferentes. Yo opté por juntarme con "los nuevos" y los profes, ya que mis brincos aun necesitan ser pulidos.. La ruta es de descenso, por una ladera poco expuesta y llena de posibles aproximaciones hasta dar con la laja. Las tabaibas, los cornicales, inciensos y esparragueras son compañeros de ruta y te obligan a rastrear un camino que en un principio brilla por su ausencia . Pero eso también forma parte del aprendizaje, olfatear y buscar camino... La bajada por la laja (risco de basalto) es cómoda, juguetona y repleta de polletas (huecos evidentes donde clavar el regatón). Nos tomamos nuestro tiempo, quizás por lo agradable de la tarde, y una vez abajo, en la costa, algunos valientes se dieron un chapuzón en ese mar del Norte extrañamente manso..
Nuestro destino era El Caletón, en la costa de La Matanza. Visto desde arriba, el risco parecía demasiado vertical y mucho más expuesto que otros, pero al final, no resultó nada difícil. Se pudo bajar bien con bastoneos verticales y algún que otro salto a pies juntos, pero ambos con mucha precisión. Creo que empezamos a vernos más sueltos en el risco, porque ya no vamos fijándonos donde pone el regatón el compañero que va delante, para nosotros hacer lo mismo; sino que cada uno va buscando el salto que cree más seguro a sus posibilidades.
A mitad de camino hicimos una parada en una cueva aborigen, donde Toño y Juan nos estuvieron comentando su historia. En el suelo y entre las rocas, aún se podían encontrar algunos restos de cerámica y también concheros. Finalizamos la ruta a mediodía y decidiendo donde ir a comer. ¡Que mejor sitio que hacer un repaso por La Escarranchada! (fiesta que se había celebrado el día anterior) - propuso Enrique. Así que allí nos presentamos y tras acabar con la paella, los tomates aliñados y el pan con chorizo, rematamos la tarde con una improvisada parrandita, gracias a Goyo que nos acompañó con su voz y su guitarra.
Este sábado, el tiempo amenazaba lluvia, pero una vez llegados a la Zona del Rincón, con ese clima tan estupendo que lo caracteriza, nos dio la bienvenida un rayito de sol para animarnos en nuestra ruta por la zona del Ancón.Empezamos a caminar hacia el camino del Ancón. Hicimos una parada en las huertas y después de un calentamiento previo, estuvimos practicando en lo que Juan y Toño nos habían iniciado la semana anterior, que consistía en saltar desde los bancales con la lanza a la altura de la cintura. A su vez practicamos saltos de lado a lado y saltos de banda. Después de un buen rato practicando estos ejercicios, iniciamos el camino hacia el risco. Atravesamos algunas huertas hasta llegar a una loma para iniciar el descenso y cuando vimos el risco por el que íbamos a bajar, creo que a todos los que iniciamos este año el curso, se nos desencajó la cara, sin duda era el más aéreo que habíamos hecho.
Pero una vez en el risco, la adrenalina y la belleza del paisaje nos hizo seguir adelante. Seguimos bajando por las huertas reiterando los ejercicios comentados anteriormente, hasta la caída de sol. Íbamos de regreso hacia el colectivo donde nos esperaba una sorpresa. Allí estaba Petri con una caja de dulces que habían traído unos compañeros del I.E.S Realejos, como agradecimiento al colectivo, por haber hecho una demostración de las técnicas de juego del palo. Esto pertenece a un proyecto llevado a cabo por unos profesores de Ingles y una serie de alumnos escogidos que llevarán como seña de identidad a Portugal este juego tradicional de Canarias. Y así terminaba un día más de nuestro curso de salto de pastor, que desde un principio nos tiene muy enganchados a todos. Me despido con ganitas de vernos de nuevo, y no sin antes agradecer a nuestros profesores Juan y Toño, al igual que a los miembros del colectivo que en cada ruta nos acompañan y apoyan continuamente.