Rojas nos sigue sorprendiendo. Algunos pensaban que ya lo tenían todo conocido de las rutas de Rojas, pero noooo!!! Todavía queda más. El sábado pasado realizamos un recorrido muy bonito e interesante donde el aprendizaje y las técnicas que hemos estado machacando se vieron reflejadas. Esta ruta, ya de un considerado nivel, entusiasmó y gustó mucho al personal. Tras una primera parte de pequeños saltos de precisión, llegamos a una laja interesante donde la técnica del bastoneo se hizo imprescindible para bajar con comodidad y disfrute. Ya pasada la laja nos dirigimos hacia el salto más complicado de la ruta, no por su dificultad sino por las sensaciones, ya que hay que realizar un salto de precisión más o menos elevado hacia el interior de una cueva. Todos pasaron con más o menos maña pero sin dudar en ningún momento de sus posibilidades. Algunos incluso, observaron que la cueva necesitaba alguna reforma o tabique que sobraba y por deformación profesional se pusieron “palos a la obra”. De todo se aprende y esa situación nos enseña que la lanza es una parte más de nosotros cuando la llevamos encima, tanto para lo bueno como para lo malo. Finalmente, tras pasar por el “mirador-tagor” llegamos a la costa donde el cansancio no mermó las ganas de seguir practicando en los muros, donde continuamos con los saltos de precisión, de banda y saltos de regatón muero.
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