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martes, 12 de diciembre de 2017

¡LA LANZA!




¡La lanza! Hace un año no me imaginaba por el monte con una de esas largas maderas acabadas en punta de hierro y ahora estoy deseando llevar "la lanza". Un servidor, como cualquiera que haya vivido un tiempo en canarias, había visto alguna vez el salto del pastor. Para mí, era impensable como tocar el timple, hacer una cesta de mimbre o cantar una folia, Algo bonito pero aburrido.......




En cuanto lo probé supe que era mi nuevo vicio, Saltar engancha! Cuidado!
Me apunté recomendado por un fenómeno y aquí estamos, Un grupo de nuevos saltadores que queremos aprender a bastonear, saltar y disfrutar de esta bonita tradición única en el mundo.




Llevamos ya como cinco o seis "clases" y cada vez voy con mas ganas, no solo por saltar, que es a lo que venimos, sino también por relacionarme con este grupo de gente encantadora y aprender de los más antiguos. Tomarte una cerveza fría ( hay quien bebe otras cosas) después de haber guardado las lanzas, y escuchar interesantes historias de boca personas con experiencia como Toño o Manolo siempre son bien recibidas para quienes queremos saber siempre un poco más. 





Del rebaño de cabras a veces se escapa un baifo, y si preguntan a mis compañeros, probablemente les dirán que este año me toca a mi serlo. Supongo que es porque no paro de intentar saltos altos que den adrenalina, aunque de poco o nada sirven si no controlas la técnica de bastoneo, que es la mas segura y adecuada para el risco, sin embargo no puedo evitar buscar siempre un punto de emoción extra con mi nueva amiga « La lanza». Animo a todos lo que lean este texto a que prueben el salto del pastor y ojalá les guste la mitad que a mi.

¡Nos vemos en el risco!

Pedro











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