Hola, como a todos, esta semana me ha tocado a mi escribir algo del curso, así que aquí va. Después de una semana ( por causa de la alerta por tormenta) sin tener curso, nos reunimos otra vez para seguir la practica del salto del pastor. Toca el saludo a nuestros compañeros y el reparto de las lanzas, pero los profes nos dieron una sorpresa, hoy nos íbamos a un lugar diferente. Así que cargamos las lanzas en el coche y carretera hasta la Romántica (Los Realejos) cerca del mar, un lugar muy bonito, con muchas huertas abandonadas, perfecto para la practica del salto.
No se los demás, pero yo me encontré algo nerviosa y patosa después de tantos días sin tocar la lanza, pero en cuanto empecé a dar los primeros saltos (pequeños al principio), me di cuenta que iba ganando en seguridad y de que no se me había olvidado lo poco que ya había aprendido. Bajamos por las paredes de los bancales de distintas alturas hasta que llegamos junto al mar, la verdad que el paisaje y el lugar es muy bonito, no solo aprendemos una técnica de nuestros antepasados sino, también vamos a lugares que de otra manera ni pasaríamos por ellos.
Yayi Martín
Enhorabuena, gente linda por mantener viva la tradición de nuestros pastores isleños. Yo también fui pastora de chiquita, en La Gomera, pero no saltaba. Pero recuerdo que me fascinaba ver a los que saltaban cómo bajaban en nada hasta el barranco. Un saludo y a seguir disfrutando.
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