Paraíso Time
Cualquier cosa que te esté rondado por la cabeza, el salto
te lo hace olvidar por unas horas: trabajo, preocupaciones, proyectos, comidas
de empresa, regalos, etc. Los momentos que vivimos mientras bajamos el risco,
pese a que hay que estar muy concentrados, te hacen desconectar y disfrutar
verdaderamente de la tranquilidad. En esas horas no piensas en nada más, salvo en
disfrutar de la naturaleza, de los paisajes, las vistas y de la buena gente, que
bastante falta hace en la situación actual.
Esta vez fuimos al Ancón, por el sendero que lleva hasta
vista Paraíso, al famoso café que hay en cuesta de la villa. La subida nos dejó
medio asfixiados, y con la excusa de sacar una foto, algunos parábamos a descansar
un poco. Las cabras nos daban una calurosa bienvenida a nuestro paso al son de
sus balidos, y los cabreros que a ellas pastoreaban nos saludaban y de paso
preguntábamos por el tiempo, por si podría llover.
La bajada fue espectacular,
¡vaya vistas del valle!, de la costa, de los acantilados, del Puerto y
sobre todo del inmenso mar a nuestro frente. Cada vez nos sentimos más cómodos y seguros bastoneando, cambiando de mano para
poco a poco acostumbrarnos y aumentar nuestra habilidad. Una vez más nuestros
enseñantes de tan bonita práctica nos aguardaban en cada movimiento para
cuidarnos. Al llegar abajo, practicamos
algunos saltos a pies juntos, desde distintas alturas, y parece que van
saliendo muy, pero que muy bien. También practicamos saltos de banda y algunas
otras habilidades.
De regreso a la sede del Tagoror decidimos quién iba a ser nuestro BOTA DE ORO, quién
tuvo el privilegio de caminar los últimos metros de ruta descalzo, tal como lo hacían nuestros
guanches.
Estaban deliciosos los dulces que después de la ruta comimos,
deliciosos no sólo por su sabor sino por
el hecho de compartirlos.
Por último me
gustaría dar las gracias a todos por las experiencias compartidas, por las
fotos, por esos diálogos y por ese buen carácter y cariño de todos los que
acudimos y también de todos los que no pudieron venir.
Guillermo.
[El título es un
juego de palabras, que puede ser
entendido como tiempo en el paraíso, o como risco paraíso, ya que, “time” es un
vocablo de origen guanche que se refiere
a risco alto o acantilado.]
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