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viernes, 23 de febrero de 2018

TALLER DE LANZAS DE SALTO DEL PASTOR

Cuando el tiempo invernal hace acto de presencia y la lanza no nos puede acompañar en nuestro camino, la mejor opción es hacer un taller de construcción de lanza. Nuestro maestro artesano, Antonio de la Perdoma, nos explica con mucho detalle todos los pasos a seguir.




La lanza es la reina del risco, por eso hay que construirla con mucha pasión. No todo el mundo tiene el conocimiento necesario ni las herramientas para elaborar una lanza segura para practicar el brinco.

De las cosas más importantes que tenemos que tener en cuenta es que las fibras de la madera que utilicemos sean lo más homogéneas posible. Evitaremos trabajar con maderas que tengan nudos, ya que esos puntos son lugares propensos a la fractura, especialmente cuando se realicen saltos en los que se produzcan grandes impactos. El garrote tiene que tener la flexibilidad y la dureza adecuada para la práctica del brinco.



El tamaño y el peso sí importan. Nuestro maestro nos cuenta que la lanza hay que hacerla pensando en la persona que la usará y en el tipo de uso que hará de ella.

Lápiz, regla, cepillo, cristal y lija nos acompañan en el proceso de creación del garrote.

El regatón será nuestro punto de apoyo en el risco, su latido marcará el camino a recorrer. Para prepararlo nuestro maestro utiliza carbón mineral como combustible para moldear el metal. El modelado requiere manos expertas y gestos precisos. El regatón resultante tiene que ser fuerte para aguantar los recorridos que le esperan.


Cuando las dos piezas están preparadas, solo queda casarlas y ponerle un trozo de cuero que abrace la madera justo encima del regatón, este servirá para proteger la zona de contacto. Seguidamente, se practica un control de calidad, que consiste en probar su resistencia.

Por último, la madera se acicala con sebo de cabra u otro tipo de grasa (aceite de almendras, oliva…), en este instante la herramienta de salto quedará lista para usar.


Y cuando salgamos con la lanza encontraremos nuestra casa, que es la tierra, los riscos, los barrancos, las piedras, el mar que colorea el paisaje hasta la línea del horizonte, la brisa, la nube que tapa el cielo… y tomaremos consciencia de que compartimos el espacio con otros seres vivos de diferentes especies. Y danzaremos por el terreno hasta que caiga la noche y salgan las estrellas, entonces el regatón quedará en silencio.

María José Ruiz Hidalgo

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