A medida que descendíamos fuimos recuperando la confianza y disfrutando del camino, del increíble paisaje que nos acompañaba, de la frondosa vegetación, y por supuesto de la compañía. La guinda nos llegó en forma de un nisperero cargadito de dulce y fresco frutos, que sació nuestra sed y nos cargó de buen rollo. Y como hay que fomentar las buenas costumbres la tarde se hizo noche en el guachinche de rigor, donde disfrutamos del buen comer, del buen beber y de la buena charla.
PD: Juan muchas gracias por compartir con nosotros tu descubrimiento, y es que por mil veces que hubiese pasado por aquella roca nunca hubiera visto el grabado guanche.
Verónica
Gracias por comartir con nosotros tus impresiones de la ruta Vero. Nos encanta disfrutar con ustedes del risco!!!
ResponderEliminarEl sábado nos acompañaron Fran, Ana y Horacio, nuevamente gracias compañeros. Para Aníbal un agradecimiento especial, teníamos muchas ganas de que nos acompañara, para que los/las alumnos/as disfrutaran de sus mañas con la "docencia", que bueno que viniste Aníbal!!!!
ResponderEliminareyyy!!!!! Vero que bueno que sigan animándose a escribir y a dar sus impresiones en el blog. Muchas gracias.
ResponderEliminarNos vemos en unas cuantas semanitas y ya saben, a disfrutar mucho y a seguir aprendiendo en el risco.
Besos y abrazos para tod@s
David.